EN VALCALDERA (NAVARRA), 52 REPUBLICANOS FUERON FUSILADOS en agosto de 1936.
El 23 de Agosto de 1936, domingo, bochorno, calor, en Pamplona rezos, plegarias, cantos, rogativas, y solemne procesión de la Virgen del Rosario, Santa María la Real del Sagrario, pidiendo fuerza y valor a las tropas fascistas y los requetés navarros, para su triunfo en el frente de batalla, y para salvar a España de la deriva republicana. Participaron gremios, asociaciones, cofradías, autoridades civiles, militares y eclesiásticas, Se dijo que se iban a poner en libertad a 53 presos, en su mayoría vecinos de Pamplona, personas asociadas a sindicatos o partidos de izquierda. La realidad fue la contraria, tanto el Ayuntamiento de Pamplona, como el gobernador civil y la Iglesia sabían que se iba a producir una “saca” de la cárcel de Pamplona. La Junta de Guerra, hombres fervientes católicos, dieron carta blanca a requetés y falangistas para sanear Navarra de rojos y masones.
Esa tarde, un funcionario de prisiones en el patio de la cárcel leyó una lista de nombres para que salieran al exterior. Allí, requetés y falangistas tras atarles de 2 en 2 los brazos a la espalda, les obligaron a subir a 2 autocares, enfilaron el camino de las Bardenas, los presos en los asientos delanteros, detrás empuñando los fusiles sus verdugos, dispuestos a disparar ante cualquier conato de rebeldía a aquellos desgraciados, que habían soñado con una sociedad más justa. En el término de Caparroso viraron hacia un terreno árido a unos 70 Km de Pamplona. Entonces los encerraron hasta la noche.
Ese 23 de agosto, El obispo de Pamplona Marcelino Olaechea, tras participar en actos de exaltación falangista, bendición de bandera, besamanos, canto del Cara al sol, calificó el “Alzamiento Nacional como Cruzada”. No solo no se opuso, fue uno de los principales artífices del monstruoso crimen que se estaba cometiendo en nombre de Dios, envió a aquella salvajada que se celebraba en Valcaldera a varios sacerdotes, entre ellos el clérigo paramilitar Pascasio Osácar, y Antonio Añoveros, años más tarde obispo de Bilbao, para prestar auxilios espirituales a los condenados a muerte.
Al caer la noche comenzaron las primeras descargas de los fusiles que truncaron la vida de los 52 presos. Los fusilaron de 10 en 10. Hubo gritos histéricos de desesperación, presos que lloraban en silencio, ofrendando sus lágrimas a sus seres queridos. Los verdugos llevaron a rastras por el suelo a presos, derrumbados sin conocimiento por la tremenda tensión, para rematarlos a tiros. La víspera de aquella cruel matanza se había abierto una gran fosa común de 3,5 metros de ancho por 7 de largo en la corraliza bardenera de Valcaldera, en el municipio navarro de Cadreita. Allí fueron a parar todos.
Pero Honorino Artera, acordeonista de la peña La Veleta, consiguió romper las cuerdas que lo ataban a su compañero, echó a correr, una bala le alcanzó en una pierna, pero huyó, era de noche, se subió a un árbol mientras
lo buscaban, remontó el río Aragón, llegó a los Pirineos, pasó a Francia, regresó a Cataluña y se enroló en el bando republicano; refugiado en Francia, fue capturado y encarcelado en el campo de concentración de Saint Cyprien; luchó contra Hitler con la resistencia francesa.
Su nieta, Chantal Estrade, fue una de las lanzadoras del txupinazo de San Fermín en 2015. El txupinazo de la memoria.
NOTA DE PRENSA
ACTOS SUSPENDIDOS 2020.
Como lo hemos venido haciendo estos últimos años, la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra 1936 AFFNA-36-NAFSE, recordaremos y homenajearemos a las víctimas de esta matanza llevada a cabo el 23 de Agosto de 1936. Ese día, a 53 presos les concedieron la libertad en la cárcel de Pamplona y tras ser conducidos a Valcaldera (Cadreita) por un grupo de requetés y falangistas, fueron asesinados. Uno, Honorino Arteta, logró escapar de la muerte.
En el actual contexto de emergencia sanitaria, la prioridad es garantizar la salud y la seguridad de todas las personas y, por ello, no es el momento de realizar un acto público en esta situación, por lo que suspendemos las actividades relacionadas con esta matanza que veníamos desarrollando anualmente en el solar de la antigua cárcel de Pamplona y en el corral de Valcaldera donde se produjeron los fusilamientos. Durante ese día, con unas flores y unas velas que iremos colocando en el lugar que ocupó la Cárcel, los homenajearemos.
No queremos dejar pasar este día sin volver a insistir en las reivindicaciones que año tras año venimos haciendo publicas en estos actos y en este día de recuerdo.
A petición de AFFNA-36, el Ayuntamiento de Pamplona en el pleno celebrado el 7 de septiembre del 2017, acordó recuperar y reconstruir en el solar que ocupó, el portal del edificio que albergó la cárcel, como monumento memorialista en recuerdo a los represaliados del golpe de estado del 36 y del franquismo. La declaración como Lugar de la Memoria Histórica llegará para un edificio arrasado, convertido en un solar, y la oportuna señalización e información, marcará que este es un Lugar de Memoria Democrática. Un fragmento del edificio que albergó a cantidad de presos y presas políticos, la puerta por la que entraban víctimas de la represión en el verano del 36 y durante la dictadura; la puerta que algunos cruzaban hacia su asesinato: a los fosos de la Vuelta del Castillo o hacia cualquier fosa o cuneta. La puerta convertida en monumento memorialista.
¿DÓNDE ESTÁN LOS RESTOS DE NUESTROS MUERTOS?
Los restos humanos de estos 52 republicanos están aún en paradero desconocido pese a la incesante búsqueda que se lleva a cabo. Se sabe que de la fosa de Valcaldera, fueron trasladados en secreto al Valle de los Caídos y que el tesón y afán por recuperarlos mostrado por algunos de sus familiares posibilitó que en 1979 retornaran a Navarra, donde, tras un homenaje dispensado en la localidad de Corella, se cree fueron inhumados en algún cementerio próximo. Aquí se pierde la pista. Alguien tiene que saber dónde se encuentran.
El Estado español es responsable de su cadena de custodia. No se puede entender que después de 84 años estén desaparecidos, mayor crueldad no se puede cometer.
A día de hoy estamos en «un callejón sin salida» y que sobre estos hechos se dan silencios que no entendemos. hemos transmitido tanto al Gobierno de Navarra como a la Delegación del Gobierno, nuestra demanda. Esperamos que en poco tiempo podamos dar respuesta a los familiares que nos piden ayuda. Hemos manifestado nuestra demanda de implicación del ejecutivo navarro en la solución de esta desaparición de restos. Nos consta que han iniciado indagaciones en este sentido.
Por todos ellos, por su recuerdo, por sus familiares que merecen encontrarlos, las instituciones navarras y la Justicia deben, se deben de comprometer y ayudar a localizarlos.
Vídeo
Mural con el listado de víctimas de Valcaldera actualizado