Transcripción de la intervención de Aurea Jaso en el Parlamento de Navarra. Mesa redonda «Conversando con familiares ¿Por qué?» IV Encuentros Transfronterizos de Memoria Histórica (12/09/2.014)
Soy Aurea Jaso Bergachorena. Mi padre se marchó el 18 de julio por las Bardenas diciéndole a su madre, mi abuela paterna: ”48 horas, en 48 horas vuelvo” Ya no lo vimos más. (1)
Pasó por todo el canal, por todo Zuera; iban recogiendo a gente por todos los pueblos; hasta un rebaño y un pastor se unió a ellos y comieron, mataban las ovejas y comieron. Sé que llegó a Madrid y luego fue a Lérida con uno de Valtierra y otros… El 17 de diciembre mi padre murió en la zona roja pero a mí nadie me lo ha comunicado. Si lo sacaron de la fosa común que estaba en el cementerio antes del Este ahora de La Almudena… A mí que soy la mayor de tres hermanos nunca me ha dicho nadie: “oye tenemos aquí los restos de tu padre” porque mi padre iba documentado, yo he estado luchando toda mi vida, que tenía 8 años cuando se fue.
Luchando para hacerle el ADN, por sacarlo, por incinerarlo, por traérmelo… no he podido hacerlo. Hace 4 años me comunicaron de Madrid que me olvidaste de eso porque las aguas subterráneas qué hay debajo, habían sacado todos los restos de los nichos y no podrían hacerles de ADN nunca jamás por qué estaban todos los huesos mezclados. Esa ha sido mi pena, esa ha sido mi pena y mi dolor, no he podido sacarlo, no he podido. Tengo un hermano de mi padre en una fosa común en Asturias, jugaba en el Sporting de Gijón, había venido del Valencia fichado. Allí en las playas… la aviación de Franco… allí está (2).
Luego, otro hermano de mi padre con 19 años se lo llevaron a Zaragoza; allí mataron a 700 hombres… (3) Ósea, que eran mi padre y dos hermanos de mi padre y no contento con eso tengo a mi suegro que también lo reivindico como si fuera mi padre… también con los 700 hombres en Torrero en Zaragoza (4). Sacamos lo que nos pudieron dar en función de los muertos que había, nos dieron unos huesitos… pero luego estuvimos desde febrero del 79 pueblo a pueblo, haciéndoles unos funerales, pagándonos los viajes y todo. Como yo escribí en una carta al Diario de Navarra (5); pueblo a pueblo, unos funerales que para nosotros eran vida, eran la vida. No era revancha, no queríamos revanchas de ninguna clase; queríamos darles eso, una sepultura digna y no nos van a quitar la dignidad.
Yo de mi padre no puedo pedir perdón, se fue por su cuenta y murió en la zona roja… ¡bendito sea Dios! Pero por mis tíos y mis suegros quiero que me pidan perdón, porque yo no tengo porqué pedir perdón. Tenía 8 años y he ido todo toda mi vida con este dolor y aquí estoy, con mis años luchando dentro de esta Asociación, que a mí me ha dado vida. Tengo una prima que me dice “a ti los muertos te han dado la vida” Sí, porque después de haberme quedado viuda hace 5 años, ahora estoy aquí reivindicando esto, porque mi dignidad y mi lucha va a continuar, por mi padre y por mis tíos y mi suegro a los que no olvido ni olvidaré…
Y eso es todo lo que tengo que decir.
Aurea Jaso, rosa roja en la mano, presente en un homenaje, en esta caso en Valcaldera. Mujer activa en nuestra Asociación. «Ellos me dan vida» nos recuerda de vez en cuando…
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Anotaciones al testimonio de Aurea.
(1) Aurelio Jaso Garde
Los primeros momentos del Alzamiento militar transcurren en el pueblo con normalidad e incluso se acude a las tareas de la siega. Cuando aparecen elementos armados por el pueblo, cunde la alarma y se transmiten los avisos. Varios elementos significados o no de las organizaciones de izquierda local, marchan hacia las Bardenas, de donde conseguirán llegar a Cataluña hambrientos y semidesnudos, enrolándose en el ejército republicano en el que lucharán. Aurelio Jaso consiguió alcanzar la zona controlada por el Gobierno en Lérida, muriendo en el frente el 17 de noviembre de 1.936 defendiendo Madrid (Moncloa). Se conoce que sus restos fueron trasladados al Valle de los Caídos.
(2) Andrés Jaso Garde.
El Sporting Melidés toma este nombre en homenaje a éste hijo del pueblo que jugaba en el Sporting de Gijón en Segunda División, algo notable para la época. Jugó en el Osasuna, Levante y Valencia, donde sólo se alineó en un partido de la temporada 1934-35. Fichó por el club rojiblanco gijonés, en Segunda División, con 23 años e intervino en doce encuentros, con ocho goles, en 1935-36
Probablemente muere en un bombardeo en la playa donde estaba concentrado con sus compañeros del Sporting. Episodio bastante ocultado probablemente por su condición de futbolista y «víctima civil».
(3) José Jaso Garde
A principios de septiembre las derechas locales (Mélida) reciben las instrucciones para reclutar a los elementos jóvenes de izquierda que no han ido voluntarios a los frentes, para enviarlos al Tercio de Sanjurjo. Fermín Zapata será uno de los promotores y el que se encargará de trasladar a Zaragoza en un camión a 21 jóvenes melideses, la mayoría afines a las Juventudes Socialistas y del grupo que se reunían con Florencio Fernández. Las edades oscilaban entre 18 y 31 años y casi todos eran jornaleros. Su salida del pueblo, el 7 de septiembre, se hizo entre insultos y directas alusiones al destino que les esperaba. Del grupo separaron a cuatro que ya habían hecho el servicio militar y los llevaron a pelear al frente de Teruel. El resto estuvieron en Ayerbe, de donde los trasladaron de nuevo a la Academia de Zaragoza y fusilaron a 16 de ellos en las masacres de primeros de octubre. Entre ellos José Jaso Garde.
(4) Valentín Nicolay Charral
En el infausto verano del 36, la Guardia Civil hace reclutamientos forzosos de izquierdistas, y de «remolones» que no se habían sumado al llamado Alzamiento Nacional, en los pueblos de La Rioja y Navarra; van destinados a la «Segunda Bandera de la Legión, General Sanjurjo», establecida en la Aljafería de Zaragoza. A unos 700 reclutaron. Ya eran de entrada sospechosos de no estar allí por gusto. Pasaron unas semanas de instrucción en el campamento de San Gregorio.
Algún informante le dice al Estado Mayor en Zaragoza que los de la «Bandera Sanjurjo» pensaban pasarse al bando republicano. Información fiable o no fiable… pues al parecer sigue archivada.
Se les manda formar desarmados en el patio y a continuación son encerrados en los barracones. Al día siguiente, dos de Octubre, empiezan los fusilamientos: sin formación de causa. En diversas ‘sacas’ y hasta el día nueve, a escasos doscientos metros de la Academia General Militar, sería liquidada la mayoría de la Bandera. Valentin Nicolay Charral de Marcilla era uno de los fusilados.
(5) Carta publicada en el Diario de Navarra.
El 24-05-1993 en respuesta a otras cartas de queja y protesta que suscitaron las primeras reformas efectuadas en el Monumento a los Caídos con el objeto de «lavar la cara».